¡Estar de pie en una tabla de SUP es algo que cada vez más personas descubren! Estás al aire libre, te mueves a tu propio ritmo, y tu mente realmente se relaja por un momento.
Pero si quieres aprovechar al máximo un día así, es útil hacerlo bien. ¿Qué llevas contigo? ¿A dónde vas? ¿Y cómo te aseguras de no quedarte sin energía a mitad de camino? ¡Intentemos responder todas estas preguntas!
Comienza con una preparación a prueba de agua
Un buen día de SUP comienza antes de entrar al agua. La noche anterior es el momento para preparar todo con calma.
Revisa si tu tabla está en orden. ¿Está inflada a la presión correcta (normalmente alrededor de 15 PSI)? ¿Tienes la aleta contigo? Sin ella, tu tabla gira como un trapo, y eso no lo quieres en medio de un canal. ¿Pala? Se ajusta fácilmente: justo un poco por encima de la altura del hombro y listo.
En cuanto a la ropa, lo más práctico es usar capas. Una camiseta ligera que se seque rápido, una camiseta de neopreno si hace fresco, y buenos zapatos de agua con agarre no son un lujo innecesario. También piensa en una gorra o sombrero, especialmente si el sol está fuerte. Y siempre lleva ropa seca o un poncho. Incluso si no planeas mojarte, es casi inevitable – mejor preparado que con frío.
¡No olvides tu seguridad! Un leash (una correa para el tobillo) asegura que tu tabla no se aleje si te caes. Y un chaleco salvavidas es obligatorio en muchos lugares, así que simplemente póntelo. ¿Teléfono? Completamente cargado y en una funda impermeable. No solo para emergencias, sino también para seguir rutas o simplemente tomar una foto. ¿Todo listo? Entonces estás listo para salir.
Elige la ubicación y el momento adecuados para un flujo puro
Dónde vas a remar realmente importa para cómo transcurre tu día. Holanda tiene muchos lugares hermosos, pero no todos son adecuados para cada situación.
¿Eres principiante o quieres ir tranquilo? Entonces los Loosdrechtse Plassen son recomendables. Agua tranquila, suficientes islotes para hacer una pausa, y pocas sorpresas.
¿Quieres más aventura? Entonces el Biesbosch es un lugar maravilloso. Remas por estrechos canales entre árboles y juncos, y puedes vagar durante horas sin aburrirte.
También presta mucha atención al clima. No solo si se mantiene seco, sino especialmente al viento. Con un poco de viento en contra, de repente es un tipo de entrenamiento muy diferente. Usa una app como Windy y apunta a mañanas con poco viento; entonces el agua está calmada y hay poca gente en el agua. Sal temprano, preferiblemente alrededor de las ocho. Así tienes la naturaleza para ti solo un rato y comienzas relajado.
Busca momentos para recargar realmente
Un día entero en tu tabla de SUP puede parecer relajante, pero tu cuerpo trabaja a toda máquina. Tus brazos, piernas y torso están en constante movimiento. Por eso es inteligente reducir conscientemente el ritmo a mitad de camino. Busca un lugar tranquilo en la orilla o en una pequeña isla, donde puedas asegurar tu tabla y bajarte un momento. Este es el momento para comer: nada complicado, solo algunas verduras frescas, un puñado de nueces o galletas con hummus. Repones tu energía sin que pese en el estómago, y ayuda a aclarar la mente de inmediato.
Si el clima acompaña y el sol brilla, considera usar tu tabla como un lugar temporal para descansar. Coloca tu pala detrás de la cabeza, cierra los ojos y toma un descanso de veinte minutos. ¡Una pequeña siesta al aire libre hace maravillas!
¿No eres de los que duermen siestas? No hay problema. Hacer algo ligero en tu teléfono también funciona bien. Un juego simple puede ser suficiente para despejar la mente. Si te gustan los juegos de casino, puedes apostar sin ID en sitios internacionales y probar algunos juegos divertidos rápidamente – sin tener que llenar formularios primero. Juegas unas rondas, disfrutas la distracción, y luego puedes seguir remando con energía renovada.
¿Prefieres otra cosa? Entonces pon un podcast corto, preferiblemente sobre viajes o aventuras al aire libre. No necesitas escucharlo activamente, pero te pone en otra atmósfera. O elige una meditación guiada de diez minutos. Así recargas no solo físicamente, sino también mentalmente para el resto de tu recorrido.
Termina con atención para que mañana puedas estar activo de nuevo
Después de un día entero en el agua has hecho mucho, incluso si se sintió relajado. Por eso no termines el día con prisa.
Comienza enjuagando tu tabla, leash y pala con agua dulce, especialmente si remaste en agua salada o lodosa. La suciedad y la arena se quedan fácilmente y acortan la vida de tu equipo. Deja que todo se seque bien antes de guardarlo. Enrolla tu tabla firmemente, guarda tus cosas en orden, y mañana estarás listo para salir de nuevo.
Finalmente, tómate un momento para reflexionar. ¿Qué funcionó bien hoy? ¿Con qué tuviste dificultades? ¿Te gustó la ruta o la abordarías diferente la próxima vez?
Con esos pocos minutos de reflexión conviertes cada día de SUP en una pequeña lección. Creces, te vuelves más hábil y sacas cada vez más provecho.